Una amiga de Elena ha presentado este relato a un concurso de moicrorrrelatos, y me pide que lo ponga aquí a ver qué nos parece.
Dice Elena: "te mando este relato de mi amiga, por si crees apropiado colgarlo, no he podido hablar con ella para consultárselo, pero estoy segura que le va a encantar que se lo desmenucemos en el blog, oir cierto, tiene buen humor y creo que aceptará bien las críticas". Pues eso... a desmenuzarlo como vosotras sabéis.
INSPIRACIÓN FATAL
“...Y se quedaba en silencio,
a la espera de sí mismo,
ante una hoja en blanco”
Wislawa Szymborska
Wislawa Szymborska
Extendió la hoja sobre el escritorio de pino sueco pues el ordenador padecía de un virus incurable. A continuación, miró el techo con insistencia, al tiempo que entrechocaba el bolígrafo contra los dientes haciendo un ruido realmente irritante. Y buscó la palabra exacta unida a otra aún más perfecta que construirían un brillante relato breve.
Pero no tuvo mucho tiempo ya que, mientras se debatía entre una historia futurista de capa y espada, un haiku de tema luso, un nanotexto de amor descortés o no sabía todavía qué, un asesino múltiple le asestó 40 puñaladas.
Sintió un golpe seco en la espalda, un segundo de lucidez, y muerte súbita por ese orden. Seguidamente, fue diseccionado en diez partes y congelado junto a 500 g de anillas de calamar, 1 Kg. de ternera extra limpia al vacío y 400 g de espinacas en hojas.
Y fui yo, un psicópata paranoico de personalidad disociada, quien redactó el microrelato. Recogí el bolígrafo manchado de sangre del suelo, y garabateé sobre la hoja en blanco:
-“El próximo puedes ser tú”.
(No se puede caer más bajo -pensé-. Desde luego, prefería matar a escribir cuentos cortos).
Ahora, levanto la cabeza despacio, con esa inquietante sonrisa que tanto me gusta, miro fijamente al lector, y quién sabe...
“Coja una sesada de cerdo y retire de sangre todas las venas y las membranas envolventes. Deshaga con un tenedor la sesada y déjela reposar dos horas, condimente con sal, pimienta negra, un clavo y zumo de limón...”.
“Coja una sesada de cerdo y retire de sangre todas las venas y las membranas envolventes. Deshaga con un tenedor la sesada y déjela reposar dos horas, condimente con sal, pimienta negra, un clavo y zumo de limón...”.
“Sesos Ensopados” de “Las 1001 Recetas de Vísceras”
Enviado desde la Prisión de Alta Seguridad del Bajo Alentejo
Fdo: D. Silvio Silva Sousa de Santos
Asesino en Serie y Experto en fugas