jueves, 17 de enero de 2008

ACTA DEL 7º ENCUENTRO

Nuevamente me encuentro siguiendo la tradición de descifrar, con mis pobres neuronas a medio gas por la falta de sueño, las notas que Marga y yo fuimos dibujando en nuestro libro de actas, como pisadas de patos mandarines después de hartarse de sake. Vamos a tener que hacer un curso de taquigrafía para poder seguir vuestro ritmo, guapas, que no veas a la velocidad que charláis.

Estábamos citadas a las 7 en la puerta de la Casa de la Provincia con Manolo Cuervo para ver su exposición "Crónicas de un paseante", aunque llegamos tarde y el pobre tuvo que esperarnos en la puerta. ¡Qué desastre! Poco a poco fuimos llegando, alguna con su bolsa de El Corte Inglés en las manos (no señalo a nadie, pero eso no es serio!). Manolo, muy amablemente, nos fue explicando su obra y atendió a todas las preguntas que se nos iban ocurriendo. Fue un placer escucharlo, introducirnos por un momento en una cabeza tan creativa y admirar su imaginación al ver en cualquier resto encontrado en la calle, desechado ya por inútil, el material para hacer creaciones tan bellas. Materiales que, como el patito feo, se convierten en sus manos en el más bello cisne. Un mago este Manolo. No compartimos la opinión de la niña que visitó la exposición con nosotras, de que sobraban muchas cosas en su exposición: nada sobra, ni siquiera Pamela Anderson... (como sé que Manolo va a entrar en nuestro blog le

A las 8,30 salimos cada una con nuestro cataloguito en la mano y nos encaminamos por ese centro tan peatonalizado y tan mono, entre catenarias y metrocentros, hacia el hotel Alfonso XIII, donde habíamos quedado con las restantes para cenar en el restaurante japonés KAEDE.

Me pongo ahora un poco en la piel de Karmele Marchante, que sé que os gustan los cotilleos para contar que Marga y Rocío vinieron vestidas con modelitos orientales, como laotong-vecindonas, la mar de monas ellas. Las demás íbamos monas pero más occidentales, aunque como apuntó Pililebe con mucha razón, seguro que todas llevábamos alguna prenda “made in Taiwán”.

Ocupamos el reservado y mientras esperábamos a las más tardonas, pegamos la hebra con las camareras, que resultaron ser CHINAS!!. Por supuesto no dejamos pasar la ocasión sin preguntarles si conocían el nu-shu (no lo conocían) y le recomendamos la lectura del libro que llevábamos entre manos “El abanico de seda”, de Lisa See.




ASISTENTES: 14.

Marió, Rocío, Ángela, Elena, Mª del Mar, Pilar, Cristina, Marga, Isabel, Mageles, Adela, María Derqui, Pepa. Elena trae como invitada especial a Ángeles, que repite con nosotras (buena señal!).

ORDEN DEL DÍA.
1. Una vez reunidas todas, brindamos por la espléndida noticia de que Ángeles está bien después de su última revisión.

2. Fotos:
Pililebe
trae una foto de cuando ella era pequeña, se llamaba Carmina (o Mina), era rubia y gordita, iba de la mano de Rosa, su hermana mayor, las dos con unos vestidos hechos por su madre. Era de la época en la que ella era como Heidi, y vivía en los Picos de Europa con sus cabritas y sus vacas. Un año después de la foto tuvo una reacción alérgica a la penicilina, le cambió el metabolismo y se quedó tan canija como la conocemos hoy. Contó (parte) de su historia de mujer de ojos grandes. Cuando nació, su padre fue hasta Potes a registrarla con el nombre de Carmen, aunque en la intimidad la llamaban Mina. A los 7 años su padre se iba como emigrante a Suiza, así que recorrió muchos kilómetros a pie para pedir un certificado. Al dárselo se encontró con la sorpresa de que Carmina había sido registrada como Pilar. Él dijo que no tenía ninguna hija con ese nombre y le pidieron 5.000 pesetas para cambiarlo, dinero que no tenía, así que volvió a la aldea y le dijo a Mina: “a partir de ahora te llamas Pilar”. Ella se puso muy contenta, porque como quería ser artista pensó “pues ya tengo nombre artístico: Mina”. También contó que aunque tenía la foto en su mesa desde hace muchos años, hace unos días descubrió que tenía en sus manos un bote de plástico de esos que se usaban para la colonia, y que ha comprobado que siempre ha tenido uno igual, estuviese en el país que estuviese. (Pililebe, desde aquí te pido que le digas a tu Toño que te la escanee y me la mande, porque una imagen vale más que mil palabras...)

Cristina enseñó una foto en la que aparecen sus padres, en 1960, cuando todavía no estaban casados, sino que eran profesor y alumna (se conocieron y casaron en un año escolar), inaugurando una exposición de mosaicos de su madre en presencia de Carmen Polo de Franco y el cardenal Bueno Monreal. Eligió la foto por varias razones, una de ellas es que representaba muy bien la Sevilla que se encontró su padre al ganar las oposiciones a Cátedra de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla, siempre con la presencia de la Iglesia y las autoridades civiles y militares. Carmen Polo (genial la postura de su mano y sus collarones de perlas) se iba antojando de todo lo que veía, en la foto está encargando que le realice una mesa de mosaicos con su escudo heráldico. Su padre observa y calla, en un segundo plano, una actitud muy representativa de su personalidad. Cuando se iba “la collares” llegaba el secretario, insinuándole a los artistas que se esperaba de ellos que le regalaran lo que había pedido, y de camino dándole la dirección donde debían enviar el “regalo”. Todo el mundo, por miedo a represalias, obedecía y enviaba el regalo, pero el mosaico no sólo no fue enviado, ni siquiera se realizó.

Penalizo desde aquí a Ángela por no traer su foto obligatoria ¡que sea la última vez o la nominamos!!!

3. Se fija la próxima reunión para el 20 de febrero, con la asistencia de nuestro primer invitado, el escritor Luis Felipe Campuzano, para comentar su libro “Réquiem por un marrano”. Se debate un poco cómo pensamos que debe ser el encuentro. Adela propone que sea MariÓ la que haga una pequeña presentación, por ser ella la que ha contactado con él, ante lo que estamos de acuerdo todas. Ella dice que no quiere ser la moderadora (“yo no, que sea Cristina”, dice ella literalmente, ante la protesta de la blogmaster, que a su vez le pasa el testigo a la secretaria, y así sucesivamente). Mageles dice que debemos actuar con naturalidad, eliminando la rigidez.
Cristina dice que debemos ser más disciplinadas en los turnos de palabra para no intimidarlo, porque si a nosotras nos cuesta trabajo expresarnos, a uno de fuera no le podemos hacer lo mismo. Marga dice que somos como los niños chicos, que comen más educadamente cuando están con extraños... Mageles dice que su marido lo conoce y dice que es muy cordial.

Mª del Mar dice que debemos cuidar la elección del sitio, Elena propone la Taberna del Alabardero, que tiene muchos reservados de diferentes tamaños, y cerrar un menú, intentando que la mesa sea cuadrada. Marga dice que no hay que cambiar el sistema actual. Se propone pensar en un regalo bonito para el escritor, Pepa propone un morcón, Cristina separador de plata con logo Hoylibro, más fino que el morcón aunque el título del libro lleve la palabra Marrano.
Pilar propone abrir una entrada especial en el blog para que vayamos escribiendo las preguntas y las cuestiones relacionadas con el encuentro para que no nos repitamos.

Otra cosa que se decide es que en la cena vamos a eliminar todo aquello que no sea comentar el libro (fotos, votaciones...).

Mientras nosotras estamos enfrascadas en la conversación, al lado tenemos al cocinero filipino cocinando en una plancha enorme, y cuando nos damos cuenta estamos totalmente ahumadas, y el olor a fritanga va tomando cuerpo en nosotras. Adela comenta: “mucho japonés en el Alfonso XIII y vamos a salir con un olor a chiringuito…”

6 comentarios:

Angela dijo...

Como siempre,nuestra blogmaster es rápida y veloz como una centella. Nunca nos defrauda! Entono el mea culpa y no volveré a aparecer con bolsas de El Corte Inglés(aunque, sin señalar a nadie, alguien apareció en una ocasión con un muestrario de papeles pintados, que es más ordinario que mi chaqueta, que tiene mucho más glamú)e intentaré llevar algo que os haga reir (no os alarméis, ya se que a la próxima reunión no).

Anónimo dijo...

Muchisimas gracias Cristina, durante un rato he volado a Sevilla y he estado con todas en la exposición y en la cena, no es lo mismo , pero tengo la sensación de que se puede seguir siendo miembro activo sin necesidad de presencia física, muchas gracias por el esfuerzo y sobre todo por la rapidez, porque no debe ser facil, contarlo todo con las neuronas remojadas en sake.
Un beso

Marga dijo...

¡Oye, guapa, sin salpicar, que mis fantásticos papeles no tenían nada de ordinarios!
Cristina, digo lo de siempre: disfruto dos veces de las reuniones, una el mismo día de la cena y otra cuando me conecto ansiosa al día siguiente y me encuentro tus actas y comentarios. Se te ha olvidado poner la amplia ovación que le dedicamos a nuestra presi por su ingente labor con el blog y con Hoylibro.
Me pareció fantástica la combinación que hicimos ayer de exposición y encuentro, creo que podemos repetir la fórmula de vez en cuando. Como tantas veces, se nos quedaron muchas cosas en el tintero, no tuvimos tiempo para hablar de los estatutos, ni para disfrutar del boceto que había preparado Cristina con los relatos, ni para hablar de si vamos a seguir llevando fotos o cualquier otra cosa que se nos ocurra....quizás tengamos que organizar una reunión extraordinaria sin libro para ponernos al día, o aprovechar un poco más las oportunidades que nos da el blog y comentar aquí todos los temas que vamos dejando atrás.
Y antes de volver al mundo real y preparar cenas, vuelvo a mirar esa foto de ayer en la que estamos todas (menos mi hermanita querida)y pienso ¡¡¡peazo grupo impresionante hemos formado!!!!

Pilar dijo...

AMEN

Anónimo dijo...

Sin palabras, me remito a Pilar y a Marga Ameeeeeeeen¡¡¡¡¡¡

rocio dijo...

Sin comentarios sobre papeles pintados y chaquetas, pero... ¿No creeis que el japonés es para ir con una actitud de más recogimiento y espiritualidad (aunque sea para comer) en vez de ir 14 en pandilla a hablar como locas? En fin, es una observación, no sé qué pensaréis.