domingo, 2 de noviembre de 2008

LAS BUENAS COSTUMBRE SEVILLANAS...

Cuando dimos el paseo con las cacereñas por Sevilla vimos las fotos de Ruvén Afanador en la Avenida de la Constitución. Ahora ha llegado a mi trabajo esta carta de un ciudadano, y me ha parecido curiosa, así que la comparto con vosotras. He eliminado su nombre y sus datos. Está escrita ¡a máquina!, con los acentos dibujados con rotulador.

EXCMO. SR.:

Don X, mayor de edad, casado, natural y vecino de Sevilla, con domicilio en x, y D.N.I. X, ante V.E., con el mayor repeto y consideración,

MANIFIESTA: Que el exponente muestra su desacuerdo y disconformidad con los carteles situados en la Avenida de la Constitución de esta Ciudad.

Que esos carteles, en los que figuran grandes fotografías de señoras mayores en actitudes, posturas y vestimentas improcedentes, reflejan un mal gusto, una baja estofa y una chocarrería ofensivas al pudor y a las buenas costumbres de los sevillanos.

Que algunos de esos carteles están situados frente a la Santa Iglesia Catedral, por lo cual demuestran también una irreverencia.

Que esos carteles deberían estar en locales adecuados para exposiciones, que los hay en esta Ciudad.

Por todo ello:
SUPLICO A V.E.: tenga por presentado este escrito y sea admitida la petición del exponente, solicitando sean retirados, en el más breve plazo posible, los carteles mencionados en este escrito.

Es gracia que espera alcanzar de V.E.

Sevilla, a veinticinco de Septiembre de dos mil ocho.

3 comentarios:

Maria-Norte dijo...

A mí personalmente me gustaron muchísimo, pero como dijo nosequien "Hay gente pa tó".
Maria-Norte

Pilar dijo...

Partiendo siempre de la palabra RESPETO, sólo quiero decir que esta carta, a buen seguro firmada por muchos si se hiciera pública, da una triste existencia de una ciudad a la que la llegada del tranvía, Mangos, Zaras, Centros comerciales a gogó y locales varíos, sólo "ayuda" a disfrazar de moderna la imagen de un lugar que sigue poseyendo un alma provinciana y cateta perfumada de incienso adobado.

Anónimo dijo...

Tal vez por estar en la calle tuve “el gusto”, al igual que otros muchos, supongo, de poderlas contemplar sin habérmelo propuesto, mientras que a él le llegaba el escándalo disfrutando de la “buena costumbre” de sofocar la caló al refresco de una güena cervezita de “alta estofa” en alguno de los más “reverentes” locales que podemos encontrar en las cercanías de su santa iglesia…