domingo, 24 de febrero de 2008

ACTA DEL 8º ENCUENTRO

Tras la deliciosa visita a las Atarazanas nos fuimos rápidamente al taller de Antonio Bustamante para recoger el separador que le habíamos encargado para regalárselo a nuestro escritor. El taller de Antonio está en la Lonja del Postigo, muy cerquita de la casa del Alcaide de las Atarazanas en la novela, o sea, que formaba parte de la escenografía literaria de la tarde.

Quedó tan bonito el separador que, aunque la única embarazada del grupo no estaba aún con nosotras, a todas se nos antojó uno igual. Elena propuso hacerlo en un metal menos noble que la plata, pero Bustamante nos dijo que podía fabricar un molde y de esa manera se reducía mucho el coste, así que posiblemente encarguemos unos cuantos. Tendremos que hablarlo, por si decidimos encargar uno para cada una o dejarlo como un regalito especial para fechas destacadas (cumpleaños, ¡¡¡¡bautizos!!!!!, cenas con escritores...)

Tras salir del taller volvimos a recuperar nuestra condición de mujeres que se han regalado una tarde para ellas solitas y decidimos pasear alrededor del espacio que ocuparon primitivamente las Atarazanas, imaginándonos la situación de las murallas y el ambientillo de la época descrita en el libro.

Como aún teníamos un par de horas antes de la cena, nos tomamos un café para hablar de algunos temas que no íbamos a sacar en la reunión, al tener un invitado. Y así quedó fijada la próxima cita para el día 25 de marzo, martes, a las 21 h. Mª del Mar será la encargada de buscar el local y de moderar la reunión. Ya sabemos que el próximo libro es "Suite Francesa", de Iréne Nemirovsky.

También estudiamos la posibilidad de acudir el próximo martes 26 a la exposición de pintura de Antonia Jaén, la amiga de Pepa.

Y, en último lugar, hablamos de la importancia de los estatutos, al recordar que Cristina nos comentó que han servido (y, por supuesto, gracias sobre todo al firme apoyo de los encantadores María Lara y Roberto) para que nos concedan la visita a las Atarazanas. Tenemos que leer el borrador que nos facilitó Cristina y hablar en la próxima reunión o callar para siempre, así que debemos ponernos las pilas...

Y con la tranquilidad de haber hecho los deberes nos dirigimos al encuentro de nuestro escritor un poco nerviosillas, porque no todos los días se tiene la oportunidad de leer un libro y compartir impresiones con su creador.


La cena en la Taberna del Alabardero no resultó mal, pero creo que los desvelos de Elena para que el sitio fuera perfecto no se vieron recompensados del todo: el salón resultó muy pequeño, no se podía cerrar la puerta y la mesa no era cuadrada, tal y como se había pedido. Pero como no somos muy exigentes y le echamos mucha ilusión a nuestras citas, obviamos esas menudencias y disfrutamos enormemente de la noche.


Allí nos encontramos con el resto de las componentes de la cena y sobre todo con el escritor, Luis Felipe Campuzano, que nos preguntó que si el hecho de estar en plena Mancebía era casual. No, no era casual, el lugar formaba parte del atrezzo, aunque nosotras íbamos algo más arregladitas y somos más monas que las pobladoras del antiguo Compás de la Laguna, y, todo hay que decirlo, tampoco tenemos sus currículums amorosos...

Luis Felipe propuso que invitemos a Manuel Pimentel (qué casualidad ¿no? ese nombre está apareciendo demasiado en nuestros encuentros ¿será premonitorio?, creo que nos tenemos que poner en firme a organizarlo) o a Fernando de Artacho, autor de “La gubia del alumbrado” para futuros encuentros.
Nos levantó la moral al comentarnos que cualquier escritor estaría encantado de asistir a una reunión como la nuestra, porque encontrarse con lectoras que desgranen su obra de esa manera es muy enriquecedor para ellos. Se le pidió que recomendara un libro y dijo que él solo leía ensayos y biografías, que las novelas no se las lee porque no tiene tiempo, pero que nos recomienda novelas costumbristas, descriptivas, clásicas... Citó a Pérez Galdós, Blasco Ibáñez y a Dostoievsky con su “Crimen y Castigo”. Tambiém, como se ve en las fotos, firmó nuestros ejemplares.

Asistentes: Luis Felipe Campuzano, Marió, que llevó como invitada a su hermana Mª José, Ángeles, Elena, Rocío, María Derqui, Mª del Mar, Pepa, Ángela, que también llevó como invitada a su hermana Mª de la O, Isabel y Marga.

Ausentes: Cristina (no quiero que ninguna ausente se sienta ofendida, pero fue un poco duro que no estuvieras), Pililebe, Mageles, Adela y María la galleguiña.

Fondo: 114 - 50 (separador) + 18: 82
P.D de la Blogmaster. Es curiosa esta foto. Me ha hecho pensar. No sé si nuestra fotógrafa quiso emular la que nos enseñó Ángela de su infancia (ver acta de diciembre) y la reinterpretó, pasados los años, o es que la pobre de María de la O está predestinada a salir en las fotos con la cabeza cortada... ¡qué gran incógnita! Espero que Pepa nos lo aclare.

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