Organizadora: Isabel
Lugar: Pando de la calle Cuna
Asistentes (13): Isabel, María Norte, María Sur, Ángela, Ángeles, Adela, Marga, Marió, Rocío, Pililebe, María del Mar, Pepa y Cristina
Ausentes: Elena, que se estrenó en la ausencia y Mageles, repetidora (que tendrá que hacer la repesca)
9.30 h. Calle Cuna. Vamos llenando de tumulto el bar de la cita. Todas sobamos las barrigas de las dos embarazadas ¿por qué tendremos esa costumbre?
Las miradas de los tranquilos consumidores revolotean en torno nuestra. Dice Pililebe que su maridín siempre dice cuando ve a más de dos mujeres juntas: "serán enfermeras" ¿pareceremos enfermeras?
Decidimos retirarnos a nuestro reservado. Vuelve la tranquilidad al bar. Un lujo el sitio, enhorabuena a nuestra organizadora.
A la luz de las velas vemos que cada plato estaba adornado con una tortuguita tocando la guitarra ¿moon river quizás? ¿será una Holly de fábula de Esopo?
Hoy venimos sin nuestro libro de actas (por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa) y Marga nos pasa, para que firmemos, unos papelillos que nos dió Manolo. Son de propaganda de medicinas: "Cipralex escitalopram 20 miligramos"... y yo me pregunto con mi curiosidad enfermiza: ¿pa qué será esa medicina?... como tenemos miembras del cuerpo médico nos lo dirán sin duda raudas y veloces, como son ellas. Me gusta el nombre: Cipralex escitalopram... excita el plan... es cita del plan... Ci, pa leé... (espero que sirva para curarme lo de la cabeza).
Isabel toma la palabra de forma ceremoniosa, de pie y con un guión escrito en un magnífico cuaderno de Sorolla que el azar le regaló en nuestra anterior cita (regalo míooooo!), y nos dice unas palabritas en las que va volcando su tristeza y sus sinsabores sobre el mantel. Si, como dijo, le hemos servido para aportar un poquito de luz, o de alegría, o de esperanza, o de algo positivo a su vida, este grupo tendrá más sentido, más allá del literario que nos une. ¡Y deja ya a ese hombre, que no te merece, so petarda! ¡Cierra esa puerta ya, que otras se abrirán, y la nuestra siempre estará abierta, guapa (aunque yo el otro día no te la abriera yo, no me lo tomes en cuenta... los jueves soy madre soltera y el cansancio me hace ser insociable)! ¡Pedazo de organizadora! ¡que no tienes edad pa llevar diamantes, joven más que joven!! (Nota de la blogmaster: hay que ver la bronca que me echásteis porque dije que ya teníamos todas edad de llevar diamantes! ¡cómo sois! ¡si podíais llevar los dedos llenos de pedruscos ya, un anillo en cada dedo, que no asumís la edad que tenéis, Anas Obregones literarias!)
También nos desvela el misterio de la tortuga. Las trajo ella y, efectivamente, eran su metáfora. Según sus palabras de psicóloga veterinaria experta: la tortuga siempre llega, aunque sea tarde, y se protege con su caparazón de los golpes de la vida. Ya sólo nos queda que nos toque algo a la guitarra (eso lo digo yo) para ser igualita a su regalo, el lacito se lo pongo yo, no os preocupéis, o María Sur, que pa eso es la mar de apañá y nos hace uno plastificado con el logo de hoy libro en un pis pas. Guardaremos nuestras tortuguitas, Isabel, y le daremos nuestros mimitos para que no esconda la cabeza debajo del caparazón, que es más mona y más charlatana con esa sonrisita que tiene ahora.
A continuación retomó la vieja costumbre de las fotos del pasado (tarde, pero seguro), y nos trajo una buena muestra de ellas, heredadas de un tío que en su infancia tuvo rizos. Su madre de mantilla recorrió la mesa, para mirarnos a los ojos a todas las que acompañamos a su hija en esta aventura literaria, una madre guapa como ella, rubia como ella y con unos ojos limpios como los de ella. Luego vino su foto de boda, ella con su cara inocente y la sonrisa de su padre en tecnicolor.
Y como la noche iba de declaraciones también nos confesó que sufre el síndrome de Diógenes "pero del bueno", y que todavía se acuerda de una muñeca que tiró a la basura (no dijo cuándo).
De ahí pasamos al debate propiamente dicho (que va con su propia entrada, como ya es costumbre), pero aquí me permitiréis que saque mi “mala follá granaína” (por parte de padre), ya que todo no puede ser color de rosa, porque como soy una blogmaster sin pelos en el teclado ni en la lengua (también por parte de padre) os voy a decir las conclusiones que saqué yo de la cena literaria:
1. CAOS LITERARIO-TERTULIANO: Está bien hablar de nuestras cosas, porque tenemos unas vidas muy interesantes, pero que sea un ratito corto, porque anoche perdimos demasiado tiempo y empezamos el debate a las 11 de la noche (y nos fuimos a las 12), las votaciones fueron un lío porque ya estábamos pagando, todo fue demasiado acelerado, la camarera se había paseado treinta veces con la cara avinagrá para ver si pillábamos que estábamos “fuera de tiempo”, y eso a mí me agobia.
2. Me reafirmo en lo que ya dijimos tantas veces ES FUNDAMENTAL LA MODERADORA, que con mano firme nos meta en verea, porque nos dispersamos mucho, y cuando le llega el turno de palabra a la última está aburrida como un ladrillo en tiempo de crisis, y en el caso de Pepa a punto de dormirse soñando con su jefe. Está bien lo de un turno de palabra rapidito y que luego se abra el debate, porque empezamos todas a opinar y las que no han hablado se quedan sin nada que decir.
3. LOS RELATOS DISPERSAN EL DEBATE. Íbamos a debatir sobre Holly, pero hablamos de los demás relatos. Algunas no se lo habían leído, y no tenían por qué leérselos, porque el tema era Desayuno en Tiffany's (algunas tenían otras ediciones en las que no venían incluídos esos relatos, o no les dio tiempo). Por eso me arrepentí de proponer los Cuentos completos de Capote y en vista de las protestas por leer un libro del mismo autor rectifiqué y lo retiré, porque pensé en el debate posterior... cada una hablando de uno diferente.
4. (y último, lo prometo) ESTÁ BAJANDO EL NIVEL DE LOS LIBROS PROPUESTOS: tenemos dos meses por delante y un veranito de sombrilla y relax = más tiempo de lectura. Creo que eso es una de las cosas más positivas de estas reuniones: sacar lecturas alternativas, y ayer se repitieron muchos libros que tripitían y cutatripitían por la gracia del mar, y otras no propusieron ninguno. Reconozco que eso me quita trabajo a mí con el blog, porque no tengo que buscar portadas y sinopsis, pero quita también información sobre libros buenos. Además creo que debemos volver a la costumbre de proponerlos al final, porque a la hora de votar no nos acordamos de los que se dicen. (Como no me quiero extender, os sugiero que os desplacéis virtualmente, en el momento que os venga mejor, al final de la entrada "propuestas de libros para septiembre" donde aporto alguna sugerencia más por el bienestar del grupo).
Bueno, y vuelvo ya a mi porcentaje sevillano-gaditano (por parte de madre). Sigue siendo un placer compartir mesa y mantel con ese ramillete de cabezas pensantes como las vuestras, y me sigue sorprendiendo ver vuestros puntos de vista, que yo nunca habría pensado, y que aportan nuevos matices a los libros que leemos.
Tendré que preguntarle a Isabel que clase de bicho soy yo, aunque estoy segura de que en los comentarios saldrán algunas propuestas. Puestas a elegir los prefiero sin cuernos y que no se arrastren.
PRÓXIMA CENA: no me acuerdo la fecha, porque dijimos el 10, pero luego, en la calle ya, algunas dijeron que esa fecha era era mu pronto y que ellas no se habían enterado de la votación y la cambiamos, y como ya tenía yo el papel del cipralex en el fondo de mi bolso de Mary Poppins pos no lo apunté... si alguna se acuerda que lo diga. Ah! y a falta de que organicen Marió y Ángeles, me ofrecí voluntaria para la de septiembre (cuando me entere de la fecha me pondré manos a la obra).
FONDO: 28 euros
Próximo libro: La sonrisa etruca, de José Luis Sampedro