miércoles, 26 de marzo de 2008

COMENTARIOS A SUITE FRANCESA


Pocos libros de los que llevamos leídos hasta ahora han hecho que todas coincidamos en la valoración. Unanimidad absoluta. Nos ha encantado, hemos disfrutado con su lectura más que con ninguno de los anteriores. Rocío incluso llega más lejos y opina que es el mejor que hemos leído hasta ahora, que es una verdadera Novela, con mayúsculas. Estamos de acuerdo todas. Tiene una gran calidad literaria, nos ha emocionado y nos ha hecho sonreír a ratos.

Creo que casi todas hemos tenido en mente durante su lectura la trágica vida de la autora, aunque no se refleja en el libro, al tener muchos toques de humor y una visión de la vida bastante positiva dentro de la tragedia que narra y en la que ella estaba inmersa. Sus comentarios sorprenden por su profundidad y sentido del humor a pesar de narrar cómo la gente se comporta de forma ruin en situaciones límite, como cuando habla de los soldados alemanes y dice: "Al grueso Erwald... al pequeño Willy, ágil y alegre... al pobre Johann, que había perdido a toda su familia durante un bombardeo, a toda menos a mi suegra, porque nunca he tenido buena suerte, decía tristemente".

Pensamos que con la muerte de Irene, aparte de la tragedia personal, se perdió una gran novelista. Da la sensación de que era una mujer alegre, vitalista, divertida, con un gran sentido del humor, a la que gustaría haber llegado a conocer (y nos hubiera encantado que formara parte de nuestro grupo). Nos queda la espinita de saber más cosas sobre los personajes, las más morbosas querrían saber si Lucile se acabaría acostando con Bruno, si volvería o no su marido y si se iría con ella o con su amante, qué fue de Jean Marie Michaud… Se nota que el libro está sin terminar y sin corregir, y nos ha encantado y esclarecido mucho que se incluya la parte final, con las notas que escribía y sobre todo las conmovedoras cartas del marido, intentando por todos los medios que fuera liberada del campo de concentración, sin saber que había muerto ya. Pepa se los leyó incluso antes que la novela (ella siempre empieza el libro por el final). Creemos que era una gran observadora de la conducta humana.

La novela no es optimista, Adela dice que expone la dura realidad de la Segunda Guerra Mundial sin entrar en la descripción de las batallas, se centra en la vida civil. Sorprende su visión sobre los alemanes, que aparecen en la novela como unos muchachos educados, que se esfuerzan por llevarse bien con los habitantes de los pueblos dominados con los que convivían en sus casas. Salen peor parados los franceses.

“Eso era la guerra… un soldado enemigo nunca parecía estar solo –un ser humano frente a otro ser humano- sino acompañado, rodeado por un innumerable ejército de fantasmas, el ejército de los ausentes y los muertos”.

Cristina no logró separar durante su lectura la vida de la autora de la novela, que le perseguía como una sombra, y esa visión le sorprendía más cuando pensaba que lo escribió ya exiliada en el campo, sin poder trabajar y luciendo en su brazo la insignia de los judíos. Ha leído en Internet un artículo en el que dice que ella no era del todo consciente de la gravedad de la situación y que le habían ofrecido irse a Estados Unidos y ella se negó, quizás pensando que la situación era provisional. Elena y Marga no entienden que salga tanto la vida de la autora en nuestros comentarios porque el libro tiene personalidad y vida por sí mismo, y en eso radica su grandeza.

Pililebe cree que la autora se distanció de la realidad en la que vivía, y que era su defensa ante la triste infancia que vivió, sin el amor de los padres y en perpetuo exilio. Cree que el libro narra la preocupación por los bienes materiales, de la burguesía en la primera parte y de los campesinos en la segunda, cosa lógica cuando al final lees sus cartas y compruebas que también ella estaba preocupada por lo mismo, al haberle negado el gobierno que publicara nada y que cobrara los derechos de lo ya escrito.

Marga piensa que la autora no entra en valoraciones personales, que cuenta la realidad, sin pasiones, sin sentimentalismos y todas las demás se le echan encima (eso lo pone Marga en su acta, yo no me acuerdo y tampoco estoy de acuerdo, la verdad, con lo moderadas que somos todas), porque creen que pone mucha pasión en la descripción de la vida de la gente durante la guerra.

Rocío dice que redime a todos sus personajes, que los dignifica, en esto algunas no estamos de acuerdo, creemos que hay personajes que salen muy mal parados, como por ejemplo el anticuario amante de las porcelanas, Charles Langenet. Cristina lee una frase de él que le parece muy significativa: “una sola piedra de los monumentos vale más que 1.000 vidas”, tremenda. Pililebe nos hace ver la diferencia entre redimir y perdonar, y cree que el fin que tiene Langenet es el justo. Elena piensa que nadie es absolutamente malo ni absolutamente bueno.

María del Mar piensa que la segunda parte del libro, Dolce, es más relajada que la primera Tempestad en junio.

Cristina pregunta si hay alguna experta en música que sepa en qué consiste una suite en música, porque ella ha leído que una suite empieza por un movimiento que se llama fuga -"la mitad de Francia estaba buscando a la otra mitad"-, y que por eso la primera parte empieza con la huída de los parisinos hacia el campo ante el inminente bombardeo de su ciudad. Ella explica un poco en sus anexos, pensando que debería poner párrafos que fueran como adagios, allegros...

Los personajes que más nos han gustado a muchas son los Michaud, ese matrimonio de empleados de banco que madrugan para ordenar su casa antes de abandonarla, y que cuando vuelven lo primero que hacen es tomarse un café, como si nada hubiera pasado (Rocío leyó un párrafo que he sido incapaz de encontrar, pido voluntarias).

La familia Perícand no tiene desperdicio. Olvidan al abuelo en la casa cuando se produce un incendio, y es llevado a un asilo al cuidado de dos entrañables monjas, Sor Marie del Santísimo Sacramento y Sor Marie de los Querubines, cuyo mayor deseo es estrenar una bicicleta y aprovecha la ocasión llamando al notario para que escriba el testamento del abuelo. El gato familiar tiene mucha simbología: “sostenía con circunspección entre sus puntiagudos dientes un trozo de pescado erizado de espinas: comérselo le daba miedo, pero escupirlo sería una lástima”.

También destacamos la historia de amor no consumado de Lucile con el teniente alemán Bruno, argumento central de la segunda parte, y la frase que él dice: "El teniente alzó la vista y le sonrió: ¿Ha oído hablar de esos ciclones que se desatan en los mares del sur, señora Angellier? Si he entendido bien mis lecturas, forman una especie de círculo cuyo borde consiste en una sucesión de tormentas, mientras que el centro permance inmóvil, de tal modo que un pájaro o una mariposa, que se encontrara en el ojo del huracán no sufriría ningún daño, ni siquiera se le arrugaría las alas, mientras a su alrededor se producen terribles estragos. ¡Mire esta casa! ¡Mírenos a nosotros tomando vino de Frontignan y comiendo bizcochos y piense en lo que está ocurriendo en el mundo".

A Cristina le ha parecido genial la descripción que hace de la vizcondesa de Montmort, y la frase en la que ella dice: “lo que une o separa a los seres humanos no es el idioma, las leyes, las costumbres ni los principios, sino la manera de coger el cuchillo y el tenedor”

Hay un montón de frases que nos han gustado del libro, como la que dice el teniente Bruno: “el entusiasmo es una palabra de mujer, un hombre cumple con su deber incluso sin entusiasmo” ¿estamos de acuerdo con él?

Y la que creemos que resume muy bien el argumento de la novela:
"Todos sabemos que el ser humano es complejo, múltiple, contradictorio, que está lleno de sorpresas, pero hace falta una época de guerra o de grandes transformaciones para verlo. Es el espectáculo más apasionante y el más terrible del mundo. El más terrible porque es el más auténtico"

En fin, un jugoso libro, totalmente aconsejable y del que no se puede recoger en esta entrada todos lo que se dijo anoche, porque las dos que tomamos notas tenemos más ganas de hablar que de escribir. Pero este es el sitio adecuado para la que note que no se han recogido sus ideas y sus pensamientos los añada en forma de comentario. Esa es una de las ventajas del blog. Ea, ahora os toca a vosotras.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los Michaud cuando vuelen ( capítulo 28 de Tempestad): yo también los señalé, porque en la medida que puedo me identifico bastante con el pensamiento de Maurice:
-Que extraño eres, Maurice…Te han pasado cosas como para estar amargado y desencantado, y sin embargo no eres infeliz, quiero decir, interiormente…. ¿Qué te consuela?
-La certeza de mi libertad interior, que es un bien precioso e inalterable, y de que conservarlo o perderlo sólo depende de mí…. De que las catástrofes pasan y hay que procurar no pasar antes que ellas, eso es todo. Así que lo primero es vivir. Día a día. Vivir, esperar, confiar.

Otro capítulo que también señalo es el 15 de Dolce cuando habla de esa señora Angellier ( la suegra de la Lucile): ….”ni se le había pasado por la cabeza que entre su hija política y el oficial alemán pudiera existir algun sentimiento tierno. En el fondo, todos juzgamos a los demás según nuestro propio corazón. El avaro cree que a todo el mundo lo mueve el interés; el lujurioso, el deseo….Para la señora Angellier, un alemán no era un hombre, sino la personificación de la maldad….Que otros tuvieran una opinión distinta le parecía imposible, inconcebible…".

En cuanto al título de la novela y osadamente, porque mis conocimientos musicales son nulos, me atrevo a comentar lo siguiente:
“Suite” = sucesión.
Composición instrumental integrada por movimientos muy variados, basados en una misma tonalidad
Es una pieza musical compuesta por varios movimientos breves cuyo origen son distintos tipos de danzas barrocas. Para que se mantuviera unidad interna, todos los pasajes de una suite se componían en la misma tonalidad
Serie de danzas o movimientos contrastados agrupados.

Según entiendo yo, en los apéndices deja claras y repetidamente sus intenciones de escribir esta novela a modo de suite (musical), describiendo en ella las diferentes “condiciones del hombre” y los sucesivos cambios que pueden operarse en el mísmo a medida que avanza la obra, ligado todo ello por unos acontecimientos determinados y relacionando constantemente unas partes con otras, unos personajes con otros, etc…
Así pues, estos dos capítulos de la novela constituirían los dos primeros movimientos de su particular suite.

El 30 de junio de 194, escribe:….”Efectivamente, es como la música en la que a veces se oye la orquesta y a veces sólo el violín….Lo que me interesa aquí es la historia del mundo…….es necesario que las personas a las que les ocurren esas cosas sufran cambios”

Abril de 1942. “Hay que convertir Tempestad, Dolce y Cautividad en una suite…….se relaciona Tempestad con Dolce…..Para Cautividad: las sucesivas actitudes de Corte”….
“Encontrar la manera de relacionar a Lucile con Tempestad….”

El 13 de mayo de 1942:…”Pese a todo, lo que une a todos estos seres es la época, únicamente la época”….

El 2 de junio de 1942:……”En espera de la forma…aunque más bien debería hablar de ritmo…relaciones de las partes entre sí”….
“Lo importante: las relaciones entre las distintas partes de la obra. Si supiera más de música, supongo que eso podría ayudarme. A falta de la música, lo que en cine llaman ritmo. En definitiva, preocupación por la variedad, de un lado, y por la armonía, del otro. De modo que unidad…pero variedad entre las partes. Persecución, los enamorados,, la risa, las lágrimas, etc. Ésa es la clase de ritmo que me gustaría conseguir”.

Por último, decir que para el comentario que se hizo relacionando el título con una habitación de hotel… yo particularmente pienso, no sé si equivocadamente, que nada tiene que ver con la obra y que precisamente esta acepción hotelera parte del mismo significado que la musical, es decir, “sucesión”: conjunto de habitaciones o estancias agrupadas; pero ya digo, no lo tengo muy claro.