lunes, 17 de marzo de 2008

TERAPIA DE HOY LIBRO con MARÍA-NORTE

Creo que voy a estrenar el apartado "terapia de grupo". Tengo que transmitiros a través de mis dedos en el teclado toda la energía que sale de mi cuerpo, por los nervios que tengo porque se acerca la fecha en la que nos reuniremos todos mis hermanos.

En esos días yo me escucho reir con un sonido que no me sale sin ellos, lloro con unas lágrimas diferentes, más profundas y bajo la guardia, la bajo siempre, desaparece, porque sé que todo lo que haga mal, todos los comentarios fuera de lugar o sin razón, no importan, su amor hace que siempre encuentren una excusa para perdonarme o justificar mis actos y, lo más importante, no influye en su amor, me siguen queriendo, no importa, sigo siendo su hermana.

Por circunstancias casi siempre laborales, no vienen todos, pero os voy a hablar un poco de los que sí abrazaré pronto. Está el mayor, a quien la muerte nos lo quiso arrebatar hace dos años, pero nos sorprendió con su fuerza, fuerza que yo ignoraba que tenía y que cada vez que le veo quiero decirle "gracias por pelear, por seguir con nosotros, por comerte la vida a bocados, por sorprendernos con tu valor". Estará su hijo, ese golfo, camelador y pillo que con una mirada te hace cosquillas en el alma.

Y mi hermana, a la que cuando toco el pelo o acaricio su mano, se me ponen los pelos de punta, porque acaricio a mi madre, es la misma piel y el mismo pelo, mi hermana que con su marido "mi hombre tranquilo" ha conseguido una familia ejemplar, de la que estoy orgullosa, con mi sobrina, con la que en lugar de sentirme vieja me pongo en mis 20, cuando la veo, me reconozco en sus ganas de luchar, de cambiar el mundo, con su ímpetu que todo lo arrasa y con esas ganas de vivir todo, que piensa como yo "tiempo dormido, tiempo perdido", con la otra sobrina, con la que antes hablaba de magos y magia y ahora de modelitos, a la que no la gustan los besos, pero que con una bajada de pestañas te llena el alma de ternura.

Mi otra hermana, excelente cocinera, madre-coraje que cuando estás con ella tienes ganas de cuidarla, de protegerla, pero que día a día me demuestra que la fuerte y valiente es ella, con su hijo a quien corté el cordon umbilical, que con sus ventitantos y su cuerpazo te da unos abrazos de oso, que quisieras que no acabaran nunca y quedarte allí solo un ratito más entre sus brazos.

El otro hermano, la ternura personificada, el más necesitado de mimos, el detallista, cuando tenía 7 años y yo llegaba a casa con los pies fríos prtendía calentarmelos en su barriguita, el único hombre que me dice "que culo tan bonito te hace ese pantalón, o tienes que depilarte, o qué bien te quedan las mechas", el que necesito oir su voz todos los días aunque estemos a 600 km.

Otro hermano que cuando hablo con él me llama "mi hermana mayor" y a mí me suena a canción romántica, al mejor de los títulos del mundo, sentimental, sensible, padrazo; su mujer, nos conocemos desde hace tanto tiempo que es una hermana más, que ha sabido llevar con paciencia infinita las manías de los "Monge" y que nos ha regalado una sobrina, que es la alegría de la huerta, artistona ella y a quién hemos copiado vocabulario, cuando estoy cansada digo como ella "estoy hecha de polvo".

El otro hermano, el pequeño que con 2 añitos me quería "hasta el humo", y que Dios mío! va a ser PAPÁ en breve y con su morena andaluza nos van a dar un Sergio, que vendrá con las flores del almendro y que es el culpable de que Bilbao, Valencia, Sevilla, Valladolid, Palencia y Sevilla se unan en un pueblo de Cádiz.

Y por último, pero no menos importante, "el amor de mis amores", que ayer me trajo dos flores, una para recordarme que él también me quiere y otra para que se me hiciera más corta la espera, ha hecho con su amor de mi familia la suya y todos le quieren no como a un cuñado sino como un hermano y yo me siento muy orgullosa de él.

En fin, estoy deseando estar bajo la sombra de los árboles que pueblan el bosque que sembraron Miguel y Marita, y se me hace muy larga la espera.

Un beso para todas y perdonad por el desahogo.
María Monge-Norte

6 comentarios:

Cristina dijo...

En estos últimos años he ido conociendo a algunos monges palentinos, y sé que el encuentro no va a parecerse en nada a un monasterio cartujo, a pesar de la influencia jerezana que pretenden ejercer algunos de sus miembros. ¡Qué bien lo hicieron Miguel y Marita! ¡Qué orgullosos estarían viendo la semilla que dejaron! Besos a todos de una amante del románico palentino, de sus arcobotantes y, por supuesto, de sus monges (con g).

Anónimo dijo...

No hay nada que perdonar, tu "desahogo" ,como tu dices, me ha enternecido, por lo que a mi respecta, puedes "desahogarte" cada vez que quieras o que lo necesites !me ha encantado!. Un beso muy fuerte con olor a azahar

Pilar dijo...

Los que tenemos el privilegio de atesorar un tesoro que hemos conseguido en parte por suerte y en parte por trabajo personal, aderezado con otros ingredientes no siempre distinguibles, sabemos, María, que -además de la salud sin la cual nada de nada sería posible- no existe otra cosa más importante en esto que alguien llamó un día VIDA.VIDA de latir y VIDA de virla con mayúsculas. Gracias por compartir una parte de ti con nosotras. Un beso fuerte. Si Miguel y Marita fueron tus padres, intuyo, estarían pletóricos.

rocio dijo...

De acuerdo con Ángela; es un privilegio servir de cauce a tu desahogo. Es una suerte sentir tanto cariño que ata de una manera incondicional y compartirlo con los que sabes que nunca te van a fallar. Besos a todos los Monge, especiales para María y Marga (y para Jorge Monge Jiménez sugiriendole que jame gijas en Gijón (ja, ja, escrito no se nota la diferencia)

Anónimo dijo...

Gracias, gracias y gracias. Ya está mi corazon tranquilo, sereno, ya estamos juntos casi todos, otros estàn en camino, pero ya he descargado parte del bagaje de abrazos que tenìa dentro y sè que estos dìas darè y recibirè todas esas cosas bonitas que hacen que la vida te resulte mucho mas fàcil. Un beso. Maria-Norte

Anónimo dijo...

maría, así vengo yo también a la vuelta de unos diitas con padres y hermanos, con el corazón muy tranquilo y muy sereno y, como bien dices, lleno de cosas bonitas que hacen que la vida te resulte más facil…¡qué cierto que es!

mi mayor “fortuna”,mi familia, y aunque lo ya atesorado es mucho y no importan las distancias ni el tiempo, y a sabiendas de que siempre, siempre, hay una mano a tiempo, una sonrisa de ternura o una mirada cercana, siempre es bonito contar con ese abrazo en los encuentros… y cómo no, con esa certeza de sentirse muy,muy querida “a pesar de los pesares”…¡que suerte tenemos!