viernes, 4 de abril de 2008

HOY LIBRO... SE VA DE FERIA

¡Mujer que baila en la Feria
convirtiéndola en jardín!


Me ha pedido ONDA que haga esta entrada y, bajo la sombra protectora de un texto de Adriano del Valle sobre la Feria de Abril sevillana, escribamos nuestros comentarios, a modo de diario del "Real de la Feria". Sus palabras exactas fueron estas:
"Sería divertido hacer comentarios cuando llegárais a vuestras casas vestidas (de flamenca) y todo, y con ese puntito de manzanilla SOLEAR (recordad) o rebujito, seguros que nos reíamos un montón. Y me gustaría que pusiérais cosas de esa Feria tan particular y que aún no conozco aunque me han dicho que está ya muy masificada; yo prefiero ir en época mas tranquila."

El pobre ha reconocido su ignorancia sobre lo que es la feria, por lo que tendremos que perdonarle que crea que una llega a casa con ganas, fuerza y estado mental de comentar en el blog sus anécdotas, sin quitarse los tacones ni ná...

ONDA, te cuento, eran otros los tiempos, tu abuelo los disfrutó, en los que llegabas de la feria con el pelo oliendo a nardos y con los labios color rubí... ahora, una llega a casa a las tantonas de la madrugada, después de deshojar miles de rosas de pitiminí taconeando muchas horas por las casetas, con todo el cuerpo (excepto el que ocupaba el traje de flamenca) teñido con la pátina amarillenta del albero y un fragante aroma a pescaíto frito... eso sí, los ojos siguen siendo lirios morados... qué pena, hijo... ¿tú sabes cuántos rebujitos se pueden tomar estas feriantas por día? mejor ni contarlos! Harían millonario a tu suegro si se decidieran por la manzanilla Solear...

Pero bueno, quizás a la mañana siguiente, mientras se recuperan de la resaca, con la boca aún pastosa, en ese momento del día de toda ferianta que, los pies todavía doloridos del taconeo, miran su salón, todo desparramado de accesorios, mantoncillos y volantes, y piensan: "¿por qué no viviré yo en Valladolid?", y se hace un mundo engalanarse de nuevo, sin ganas de convertir en jardín ná de ná (excepto tu sofá), y prometes, con la mano en la Biblia y mirando al cielo: "nunca más beberé rebujito!"...

...en ese trascendental momento podríais girar vuestra mirada hacia el ordenador y dedicarnos a los ausentes unos minutillos de vuestro tiempo para contarnos vuestra crónica ferial.

Seguro que nuestras corresponsales en los distintos puntos de la geografía española lo disfrutarán... y yo, por supuesto, que estaré en London, ideal de la muerte con mi chubasquero a la sombra del Big-Ben, deseando tirarme de cabeza en un cibercafé pa engancharme con vosotras (¿tendrá wifi el hotel? tendré que mirarlo...).

ONDA también me ha pedido que ilustre esta entrada con el cartel de la Feria de 1912, y yo soy obediente y se lo voy a poner en el texto de su abuelo, pero yo he preferido que mis palabras la acompañen el cartel del 2006, más contemporáneo, que hizo el otro hombre que se ha merecido su sitito en nuestro blog: Manolo Cuervo.

FERIA DE ABRIL EN SEVILLA
Todo sevillano, sea o no menestral, esté o no vinculado a la servidumbre de un gremio, de un oficio o a las gabelas y rentas de su patrimonio, tiene por costumbre medir el tiempo, contar los días de las estaciones del año con una referencia de cuño popular: —Estrenaré el traje -dicen unos- para la feria de abril. —Blanquearemos la fachada de casa -dicen otros- para la feria de San Miguel.

El labrador afincado en la periferia de Sevilla hace sus cuentas, anota sus esperanzas en el debe y en el haber de las nubes que pasan, con el déficit o superávit de la sequía pertinaz o de la lluvia que pecó por exceso. Pero siempre nos dirá si es necesario o no que llueva para la feria. Por esta razón, la feria de abril tiene en Sevilla un cierto significado meteorológico y está inefablemente relacionada con el deseo, a veces fallido y a veces logrado, de quienes todo lo esperan del cielo. De quienes esperan los diezmos y primicias de una lluvia benéfica para los campos resecos.

Por eso, quizá la gracia, el ángel, la fisonomía, los rasgos más genuinos de la feria de abril, podríamos decir que nos bajan del cielo. Nos baja del cielo el amor al oficio, al trabajo; nos baja del cielo el reverso de la moneda que recibimos por nuestro trabajo, esto es: la sana alegría y gracia popular que ponemos en la expresión de esa alegría, en el baile y en el cante.

Cuando Sevilla quiere loar el dogma de la Inmaculada Concepción adiestra a unos graciosos ángeles de Murillo para que trencen sus danzas y eleven a María la gracia litúrgica de sus coplas. Estos niños se llaman “seises”. Hay una línea barroca en la danza andaluza, en las “sevillanas” por ejemplo, cuyos giros y figuras más gráciles se encadenan con el fino aire coreográfico de los “seises”. Desde el fervor litúrgico de la danza en el templo, a la alegría pagana de la danza en la feria, contemplamos la escala de la costumbre, de la tradición y de la fe, con peldaños que siempre ascienden al cielo. Escala célica que comunica directamente con la tierra de María Santísima. Y con su feria de abril.

Desde el reverbero de gas al arco voltaico, la feria de Sevilla atravesó la época verbenera del farolillo a la veneciana. La luz del gas iluminó la pequeña corte dorada de los duques de Montpensier, el barroco esplendor del palacio de San Telmo. El farolillo a la veneciana es una invención de nuestros días, casi de ayer mismo. Y el arco voltaico, hijo de la turbina que abreva su fuerza hidráulica en el Guadalquivir, ilumina el fabuloso conjunto de una feria cuya tradición no tiene igual entre todas las de España. Así la alegría populosa de la feria de Sevilla siempre fue la alegría mejor iluminada del mundo. Porque cuando no lo estuvo por la industria de la luz, por esa magia que hoy se llama luminotecnia, el corazón de los sevillanos irradió su luz humanizando el refrán, la charla, el decir, el modismo popular, la sentencia del chalaneo, el chiste, la ocurrencia, el dime y el direte del trato, de la compraventa o bien de la reseña verbal que cada uno hace sobre la corrida de toros que acaba de presenciar en el ruedo de la Maestranza.

El sevillano, depositario de una tradición milenaria, de una cultura que le fue transmitida por los mármoles de Itálica, sintiéndose un poco el héroe o bien simplemente el coreuta antiguo de la tragedia del vivir cotidiano, añora y saborea su tristeza y su alegría junto a la guitarra, junto a las castañuelas que repican, cuando los duendes del cante hondo habitan el alma nostálgica de cada uno.

Y si, como este año, se padece una sequía pertinaz y la sementera se agosta en los campos, Dios suele derramar su bendición sobre la feria de abril. Y entonces, miel sobre hojuelas. Ya lo dice el pueblo: “en abril, aguas mil”. Agua benéfica que bajará del cielo como el mejor piropo de Dios para la tierra de María Santísima. En forma de lluvia. Así sea.
Adriano del Valle.
ABC.- 21 de abril de 1945
Yo, la blogmaster, le voy a llevar a contraria por esta vez a nuestro amigo Adriano, y espero y deseo que no se cumpla el refrán de "en abril, aguas mil", y que el rebujito sea el único líquido que inspire los siempre inteligentes comentarios que, estoy segura, van a adornar como flores nuestro blog, convirtiéndolo en el más hermoso jardín cibernético y haciendo que a los ausentes nos llegue su fragancia a través de la pantalla del ordenador y nos acerquemos con ellos a la feria. A vuestra feria, cada una diferente y única, porque como dice un refrán sevillanísimo: "cada uno cuenta la feria según le va".
Os voy a echar de menos desde las húmedas tierras de Lady Di. Me tomaré un té a vuestra salud, darlings.

20 comentarios:

Pilar dijo...

¡Qué excitante resulta pisar la Feria cuando la has visto durante años cerrando los informativos desde tu casa norteña! No sabes para dónde mirar. Como un niño cuando ve la inmensidad del mar que lo desborda o el romántico que mira tumbado un cielo lleno de estrellas. Te desbordan los colores, el ir y venir de los feriantes, las hileras de casetas decoradas con un gusto exquisito, la música, agradecida por el contoneo de las sevillanas y sevillanos, la calle del Infierno con su infernal ruido... Todo es nuevo. Nuevo. Diferente. Hermoso. Agitado si tienes amigos que te invitan a visitar su caseta... Engañoso. Engañoso porque, cuando la visitas otro año la vas conociendo más de cerca, como se conoce a las personas cuando se está con ellas más de una vez. Cuando las luces ya apenas te deslumbran, los colores no te distraen porque te has internado en sus entrañas, unas entrañas que te muestran una cancela en cada puerta de las casetas con un soldadito de plomo reconvertido para la feria en guardia de seguridad. Y eso, eso, le hace pensar a una en palabras que le desagradan profundamente por lo poco que de "popular" tienen: elitista, señorito... No sigo para no fastidiar la Feria. ¡Qué bonita la Feria que te deja verla desde afuera como diciéndote: "Miráme y no me toques mientras te mueres de envidia"!. ¿Reflejo, quizás del sevillano, abierto, hospitalario, ameno, gracioso, bien dispuesto... pero sólo en la superficialidad, en la apariencia?

emma dijo...

Os deseo a todas las sevillanas unas felices ferias,mi amiga Marga me ha invitado,pero este Abril lo tengo muy comprometido así que lo dejaré para otro año.Cuidado con el rebujito y la manzanilla,aunque no estaría nada mal que os tomárais alguno a nuestra salud. Un beso para todas .Emma

Cristina dijo...

¡Toma ya!!! empezamos con el listón bien alto! ¡esto promete!!!

Tienes razón en parte, Pililebe, te lo dice una sevillana (sin caseta)... creo que la Feria es sólo para una parte de los sevillanos, los que no tenemos caseta... emigramos, quizás para no sentirnos durante una semana buscando hospedaje.

Y para Enma, Bienvenida! cuento los días para nuestro encuentro!

ONDA dijo...

Bueno amigas:

Pues, si se me ocurrió, de nuevo con el ya "viejo truco" de mi abuelo Adriano, sugerir tras introducir un bello texto en prosa, que os animárais a poner un breve relato como ya lo ha hecho Pilar sobre alguna vivencia de la Feria, pero a ser posible en este año. Algo que os conmueva y que hayais vivido o pensado.

Incluso si queréis a modo de relato literario, sacando a relucir vuestro talento.

Atte.

Beatriz dijo...

Hola a todas, las feriantas y las que no, las que se visten y las que bailan, las que beben, las que taconean.... en fin a todas. Os deseo una superfeliz feria, aunque como llueva como por aquí esta noche, tendreis que ir con paraguas. Espero que amaine!! Para la que se va a tierras inglesas, (Qué envidia!!) que se tome uno no, dos tés, pero con cakes y todo y de paso que salude a Camila de nuestras "partes" A todas que disfruteis esteis donde esteis.

un besazo

Anónimo dijo...

a estas horas, algunos de mis amigos sevillanos, sevillanos con caseta y amigos de verdad, estarán terminando de saborear “el pescaito” y esperarán copita de manzanilla en mano el “alumbrao”……

desde mi rinconcito gaditano sufro la pena, este año, de no poder compartir con ellos las primeras palmas al compás de una sevillana; y desde aquí hago un brindis por aquellos que hace ya unos años me abrieron las puertas de sus casetas y algo más…

(que de todo hay en la viña del señó...y una es mu agradecía y olé)

Cristina dijo...

¿y tú qué haces tanto por tierras gaditanas? ¿no te estabas trabajando las onubenses?... ¡no me entero, oye!

Cristina dijo...

Creo que como siga la cosa así van a tener que inventar el traje de flamenca impermeable, las botas de agua con lunares y en vez de paseo de caballistas las góndolas flamencas... ¡menuda feria pasada por agua!

Cristina dijo...

Adiós, me despido, mañana estaré en London, así que si el hotel tiene wifi os mandaré alguna crónica inglesa, y si no, ya os contaré a la vuelta como me ha ido mi feria particular... ¡Feliz feria a tod@s!!!

Anónimo dijo...

en mi tierra "aprendiendo el oficio"; pa la semana que viene ya empiezo con los choqueros.

por cierto,el blog huele hoy a manzanilla, pocas palabras y ¿algo de resaca?

la del té y otras rezagadas esperamos vuestras crónicas, al menos unas letrillas de sevillanas...

pasadlo bien,todas,donde quiera que esteis; a orillas del Támesis o del Guadalquivir, entre encinares o con rebujito, con un té o con un buen jamón; que disfruteis

ONDA dijo...

¿ Y al que está a orillas del manzanares ?

¿ A ese que le zurzan no?

esto va por María-Sur.

Anónimo dijo...

Si que se nota que hoy libro está de feria, esto está apagadísimo y yo deseando contar que ya tengo los billetes para ir a la cena de Abril.Cómo se nota también la ausencia de nuestra blogmaster, ni cuadro del mes, ni vidilla,ni ná de ná, como diriais vosotras.
Me gusta mucho la idea de ir a la exposición el mismo día de la cena, por favor Cristina haz todo lo posible.
Bueno a falta de rebujito, creo que me iré a tomar un cubatita, es menos de Abril, pero aquí en Coruña
mucho más facil de conseguir.
Un beso a todas. Maria-Norte

isabel dijo...

Hola a todas, por fin ayer pisé la feria y daba pena, nunca la habia visto tan vacía, sin caballos ni coches, ni vestidos... pero bueno yo bailé y comí todo lo que pude aunque sin traje de sevillana. Y mañana me voy a Cordoba a un Congreso de animalitos. Espero que llueva menos para que podais disfrutar lo que queda de feria besitos.

rocio dijo...

Yo que seguro soy la menos ferianta de todas os contaré mi único día de feria, el jueves. Nos recibió la feria con un chaparrón pero la verdad es que después se mantuvo, ya había llovido los anteriores días por cien (y mientras en London con un sol primaveral). Dicen que no se recuerda una feria tan mojada como ésta, ha sido exagerado (aunque para los pantanos ha sido exagerado de bueno). Yo, que tampoco tengo caseta, he contado otra vez con la hospitalidad de los buenos amigos. No bebí demasiado rebujito (otros lo hicieron por mí), tampoco llevé a mi niña a la calle del infierno por el agua, ni bailé, o sea, que ha sido una feria muy tranquila y esta crónica muy aburrida.
Cambiando de tema, ¿cuántos bocadillos de nocilla preparo el 18?.

Anónimo dijo...

¿y las demás? ¿no han pisado la feria? ¿o están empapás?, ¿de lluvia o de soleá?

Yo por fín estoy en Sevilla, debatiéndome entre poner lavadoras, pasar la aspiradora, cocinar para toda la semana… o tirar pa la feria y aprovechar este último día que amanace tentador, claro y soleado, prometiendo ofrecer en su máximo esplendor el maravilloso espectáculo que conforman los colores de las calles que llevan a la feria, llenas de volantes y peinetas, de trajes de corto y puestecillos ambulantes; los sonidos de cascabeles y cascos del paseo de caballos, de palmas y sevillanas, y el vocerio de fondo de la calle del infierno; los olores del albero y de la manzanilla derramada…

de momento, sólo os puedo contar que sí que he podido disfrutar de ese otro espectáculo que ofrece Sevilla en estas fechas; sobre otro albero, el de la Maestranza…y pa que me perdonen las antitaurinas - estoy segura que más de una se me echará encima - y como homenaje a onda - por haberme olvidao de los del manzanares - os regalo estos versos ( seguro que adivinais de quien son….) :

“Corriendo, los mulilleros
con cuántas banderas vienen,
las campanillas de plata,
de plata los cascabeles!
Arrastran, corriendo, al toro,
corriendo se van y vuelven,
sonando las campanillas,
sonando los cascabeles"

Cristina dijo...

Hello, darlings!!! he llegado de tierras londinenses this morning. Llamé a unas cuantas, con un SOS para que me recogieran del Aeropuerto ¡y estaban durmiendo!! Oh my god! En Londres me ha lucido el sol que ha faltado en la feria, vengo atiborrada de Museos, de arte antiguo y moderno, de cuadros de lectoras con arte, de patearme las calles con my family (mi marido dice que tiene las mismas agujetas que cuando hacía el camino del Rocío a caballo). Habréis notado que el hotel no tenía wifi. Yo noto en el blog algunas ausencias que pesan como una losa, espero que hoy, con los fuegos artificiales y the end of the feria, las neuronas se recuperen de la Soleá y nos cuenten cómo han vivido la feria...

Cristina dijo...

Llamando a María Norte: como dices que no hay vidilla te cuento un cotilleo ahora que no nos escucha nadie. Me han dicho fuentes bien informadas que han visto a quién tú ya sabes paseando por el Real de la Feria del brazo de ¡un marqués con bigote!, dicen los que la vieron que ella iba muy guapa, pero que él era un verdadero dandy, con una chaqueta marrón de rayas, su bigote bien peinao, el pelo engominao... (no sé si vendrían de los toros, que es lo que hacen los marqueses... igual que tu tocaya la del sur, que anda con otro marqués, más camperito, pero marqués al fin y al cabo) ¡para que tú veas qué cosas tiene la feria! ¡quién se lo podía imaginar de ella! ¡y cómo es la gente! vamos, diez minutos después de pisar territorio nacional ya me estaban informando de tamaño cotilleo... Ellas están calladitas de esos asuntos, pero tú no te preocupes que yo te iré informando...

Anónimo dijo...

Bienvenida Cristina!. Menos mal, que las aguas vuelven a su cauce, porque esto estaba aburridísimo. Y a he visto el cuadro, es fantástico, tengo que disponer de tiempo, para recrearme despacito.
No me lo puedo creer!!!!, con un marques????. No se que vamos a hacer con ella, no hace mas que salir en los ecos de sociedad, y ahora lo que nos faltaba, con todo el descaro por el Real y del brazo de un MARQUES?????. Espero que su familia no se entere dee esto, porque ya es lo que faltaba.
Un besazo y nos vemos en la cena del 23

Cristina dijo...

Estoy deseando verte, guapa.

Anónimo dijo...

La que no ha pisado la feria ni un solo día ha sido servidora,me fuí desde el jueves a la sierra. He tenido una vida social muy intensa, mi hermana ( la que conocéis) ha cumplido 50 años y lo ha celebrado dos veces y el domingo a una boda. Ha sido un no parar! Ya estaba echando de menos el blog y las blogueras. Ah, el cuadro me ha encantado, creo que puede dar mucho de sí.